Ser padres en Cristo implica enseñar con el ejemplo, son los padres los llamados a entender y practicar los principios de la crianza antes de enseñarlo a los hijos, descubre en este episodio más directrices de Dios para criar un hijo en Cristo.

La soberbia en los padres de estos tiempos impide el actuar de los hermanos en Cristo, la Iglesia tiene responsabilidad delante de Dios del como se están criando los hijos y es deber de la misma aportar con consejos.

Si bien la responsabilidad de la crianza desde temprano en los hijos es de ambos padres, El Señor pone especial obligación en los padres para que críen desde el ejemplo por ello que los hábitos de orar, lectura de la palabra, las rutinas y las correcciones son indispensables de una crianza en Cristo.

Ser padres es un llamado de Dios a prologar la simiente en el Reino, la responsabilidad de los padres hoy es necesaria de entender a la luz de los expertos y de las escrituras, comenzando desde el embarazo y lo que tanto la madre y en especial el padre, deben tempranamente improntar la imagen de Cristo en los hijos.

Entendiendo el Yugo del matrimonio y su importancia, hemos llegado a la crianza de los hijos para revisar el modelo de Dios de crianza en el nuevo pacto en Cristo, teniendo como especial directriz los principios establecidos en las escrituras.

Revisamos en este episodio las virtudes de una esposa elegible para el yugo del Matrimonio, como también de los esposos, entendiendo la importancia de los detalles que hacen o no elegible en Cristo.

El yugo desigual es el gran problema que vemos en nuestras congregaciones, te invitamos a aprender los parámetros de elección de un compañero(a) de yugo.

Pablo nos habla del Yugo Desigual, que no es lo mismo que el Yugo impuesto por Dios, acá habla de las decisiones personales y de como estas no solo perjudican a modo personal, sino que también al Cuerpo de Cristo.

Jesús hace volver 4.000 años a los Fariseos para volver a poner el diseño original respecto del Matrimonio y establece los elementos del Yugo impuesto por Dios para evidenciar que es el hombre el que se equivoca, no Dios.

Siguiendo con el tema del Matrimonio, ahora nos adentramos en la elección del compañero(a) de yugo a la luz de las escrituras para no dejarnos guiar por las tradiciones del mundo y las modas, volver al diseño de Dios.