El ser humano quiso independizarse, no depender más de su Creador, pero cuando lo logró, no quiso hacerse responsable de sus actos. Y cuando vio los resultados negativos de su acción, trató de culpar a otros y hasta a Dios mismo. Es interesante que cuando el ser humano trata de evadir la responsabilidad de sus acciones, Dios lo trata como ser responsable y vienen las consecuencias.