Hoy iremos desde Albarracín hasta Zaorejas, pasando por otras localidades como Villar del Cobo, Peralejos de las Truchas y Poveda de la Sierra. A pocos kilómetros de distancia del inicio de la primera etapa podremos visitar el nacimiento del río. Allí en medio de los Montes Universales, una sierra con más de 1800 metros de altitud, un hilo de agua brota de Fuente García, desciende hasta donde hoy se encuentra el monumento al río Tajo. Fue diseñado en 1974 por José Gonzalvo Vives, y homenajea a tres provincias de donde bebe sus aguas, Teruel, Cuenca y Guadalajara.
Este conjunto está custodiado por el padre Tajo, una alegoría del río al que da forma un gran Titán. Un hombre titánico que emerge de una montaña con una espada en la mano y con una estrella de nieve coronando su cabeza que recuerda a las nieves, que en las cumbres de la Sierra del Albarracín, dan nacimiento al río Tajo.
Las barbas de este gigante son las fuentes que manan aguas cristalinas del deshielo y el corte que se prolonga desde el pecho a los pies es su cauce que atraviesa la Península. La espada representa el mismo nombre del río Tajo, TAGUS para los romanos, hendidura en la Península de derecha a izquierda.