En el arte encontramos también la Verdad. Por ello sabemos cuando algo es auténtico o aparenta su esencia. Por ello nos sentimos cómodos con artistas auténticos que deciden compartir la vulnerabilidad de su Verdad. Y eso nos atrae y nos hechiza. Porque estamos tan poco acostumbrados a hablar de nuestras verdades que preferimos ocultarlas y reprimirlas.