Tras algunos días en que la nubosidad impide las observaciones directas mediante telescopios ópticos, el observatorio de las Montañas Rocosas puede, finalmente, dar cuenta del destino del proyectil tripulado enviado a la Luna.
Tras algunos días en que la nubosidad impide las observaciones directas mediante telescopios ópticos, el observatorio de las Montañas Rocosas puede, finalmente, dar cuenta del destino del proyectil tripulado enviado a la Luna.