Donde
el jaleo de las peñas se mezcla sin prejuicios con los sonidos de los barrios
de las periferias es el lugar en el que siempre ha
habitado una artista única, sensible y adelantada a su tiempo como Cathy
Claret. Mucho antes de que estuviera de moda el flamenco-trap y derivados, ella
ya estaba mirando hacia ese universo gracias a su visión periférica y desprejuiciada
y a su forma de vida libre y festiva, asistiendo, como
ella misma explicaba en Gladys Palmera en 2019, a “cuatro o cinco
bodas al año”, muchas de ellas de gitanos, siendo la música omnipresente.
La
artista de Nimes (Francia), pionera en la
fusión del flamenco con sonidos de alcance masivo como el pop y la bossa (como
decía Darío Manrique también en esta casa en una magnífica entrevista-sesión de
acústico en 2015), logra en este álbum arrojar una panorámica de
la amplitud, diversidad y fascinación en torno al arte gitano desde una mirada
contemporánea. Un trabajo realizado “con músicos jóvenes gitanos al 100%”,
como asegura la propia Cathy Claret en sus redes sociales.
Grabado entre los barrios de La Mina y San Roque en
Barcelona y editado por su sello japonés Respect Record, ‘Así soy yo’ lleva hacia
otras dimensiones el concepto de “flamenco fusión” o “nuevo flamenco” que tanto
han ensanchado durante la última década otras mujeres poderosas
de puro talento como Soleá Morente, Rocío Márquez (y, por qué no, la
misma Rosalía); picoteando entre la electrónica, el cante jondo y ese
espíritu pop que siempre ha acompañado a la obra de Cathy Claret, un relámpago
inimitable que sigue sonando más moderna
que muchxs que no cumplen los 20.
José Fajardo.