Darle culto a Dios consiste en brindarle un homenaje… un homenaje de respeto y de amor. Estamos hablando de realizar una serie de actos en honor a Dios con la intención de reconocerlo como nuestro Dios, como nuestro Señor. Para honrarlo, para alabarlo, para adorarlo, para reconocer la inmensa grandeza de su ser divino, reconocer su majestad, tomar conciencia de que Él es mi rey, declarar que Él es el Señor de nuestra vida, que Él es el principio y el destino final de todo.