Una Sanación amorosa dónde nuestro niño (a) interior nos dejará ver... todo aquello que marcó nuestra infancia para poder sanar hoy como adultos. Además te ayudará a retomar la despreocupación, alegría por vivir, las ganas de jugar como cuando éramos niños y dejar a ese pequeño (a) con la certeza de que será un adulto lleno de amor, confianza, seguridad personal, valor, etc... Namaste