Roberto cuenta una historia muy personal: cuando estuvo 10 meses sin trabajo y se sumergió en el aprendizaje obsesivo de nuevos lenguajes de programación. Entre la búsqueda laboral matutina y las sesiones nocturnas estudiando Go, Rust y TypeScript, descubrió algo que no esperaba: que hay una línea muy fina entre "mantener la máquina aceitada" y la ansiedad pura por no quedarse atrás.
A través de su experiencia personal, explora cómo distinguir entre curiosidad genuina y pánico profesional. Desde el aprendizaje "artesanal" con libros y CD-ROMs hasta la era de la IA que puede enseñarte un lenguaje en una semana, Roberto reflexiona sobre cómo navegar un mundo donde aparece algo nuevo cada siete días sin volverse loco en el intento.
Un episodio para cualquiera que alguna vez sintió que no sabe lo suficiente, que está quedándose atrás, o que necesita aprender todo para mantenerse relevante.