¿Qué es más peligroso para una persona que asiste a una institución cristiana o a reuniones?
Seguir a Cristo por una razón falsa y erróneas.
El Señor se esforzaba constantemente en cuestionar a sus seguidores, porque sabía con certeza que muchos de ellos no le seguían por las razones correctas.Examinaos a vosotros mismos si estáis en la fe; probaos a vosotros mismos. ¿O no os conocéis a vosotros mismos, que Jesucristo está en vosotros, a menos que estéis reprobados? 2 Corintios 13:5
Recordemos la parábola del sembrador, en Mateo 4, en la que nuestro Señor parece establecer como principio fundamental que de las personas que le siguen, solo el veinte por ciento han asimilado realmente la verdad.
ES TU PRIORIDAD ASEGURARTE DE SABER EXACTAMENTE LO QUE SIGNIFICA SER UN DISCÍPULO CRISTIANO. ¡Cuántos aún conciben a Jesús como un agitador político o como un reformador social!
¡Cuántos piensan que una de las principales funciones de la Iglesia es tratar la condición social del mundo, dar de comer al hambriento, sanar al enfermo, etc. Hay algunos que creen en el Señor Jesucristo como: el gran educador, el gran virtuoso moral, beato o el filósofo incomparable, PERO NO LO ACEPTAN COMO EL HIJO DE DIOS, AL CUAL HAY QUE AMAR Y OBEDECER.
Debemos preguntarnos: ¿POR QUÉ SIGO A CRISTO?
¿Te has planteado esta pregunta?
¿Te has enfrentado cara a cara con estas posibilidades?.
¿Cuál es tu verdadera razón para seguir a Cristo?
El grave problema con la persona que sigue a Cristo por razones falsas o erróneas, es que no solo se engaña a sí mismo, sino que también engaña a la iglesia.
Un verdadero discípulo de Cristo acepta su condición de pecador y cree que sólo en Jesús hay salvación, que sólo en Él podemos encontrar vida, y vida en abundancia, y toma la decisión irrevocable de entregar su corazón para seguirle y obedecerle, diciendo como Pedro: Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna. Y nosotros hemos creído y conocemos que tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente. Juan 6:68-69