Cuando Israel subió de Egipto, Moisés los llevó al Monte Sinaí, donde Dios revelaría su Gloria.
Éxodo 19:10-11
Los Israelitas estaban sorprendidos y llenos de miedo hacia las maravillosas manifestaciones de Dios que habían presenciado. Pero Moisés se apresuró a advertirles: “No temáis…”, animándolos a regresar a la presencia de Dios, mientras les explicaba que Dios había venido para probarlos.
Éxodo 20:20
A. ¿Porque nos prueba Dios? ¿Porque quiere descubrir lo que hay en nuestro corazón? Claro que no. Él ya sabe que hay escondido en nuestro corazón.
1.Nos prueba para que nosotros sepamos lo que tenemos dentro.
2.Si no tememos a Dios le tendremos miedo cuando se revele su gloria, porque toda rodilla se doblará ante Él, o por temor santo o por terror.
2ª Corintios 5:10-11
Éxodo 20:21
B. Ellos no desconocían el poder de Dios para salvar, sanar, hacer milagros y liberar.
1. De hecho celebraban apasionadamente cada ocasión. Danzaban y alababan tanto como nosotros lo hacemos.
2. 40 años después la generación de más edad había muerto en el desierto, y Moisés reviso con la nueva generación lo que había sucedido.
Deuteronomio 5:23-27
C. Moisés estaba preocupado, llevo su preocupación a Dios ¿Cómo podían estar tan ciegos? ¿Cómo podían ser tan necios? pero vea lo que sucedió:
Deuteronomio 5:28
Conclusión
Si comparamos a Moisés con los hijos de Israel, encontraremos la diferencia entre alguien que teme a Dios, y a otros que le tienen miedo.
Debemos temer a Dios sin tenerle miedo… ¿Quieres saber tu nivel de temor a Dios? Revisa tu nivel de obediencia. ¿Y tú temes a Dios o le tienes miedo? Temer a Dios es creer, y creer es obedecer.