Programa para los amantes y detractores de uso del maquillaje sobre la piel o en las canciones.

Nada, ni nadie es indiferente al poder de atracción de la luna y de eso dan buena cuenta las canciones que la Chica Formal ha seleccionado dedicadas a nuestro querido satélite

El viento puede traernos cambios o, incluso, personas; aunque, a veces, también se las puede llevar como a la llama de una vela. Lo que esperamos que no se lleve son las canciones que la Chica Formal dedica al aire en movimiento.

La Chica Formal, como eterna sumiller en prácticas, ha preparado una cata de vinos musical perfecta para maridar con un blanco, un tinto o un espumoso.

La Chica Formal se enfrenta al temido momento de llevar a su vástago al parque, y para amenizarlo nos trae una selección musical sobre el juego donde no faltarán canciones con alusiones a los equipamientos de los jardines para los más peque o a los asuntos del corazón a los que juegan los adultos.

Tomando como excusa la festividad de Santa Rita, la Chica Formal, como buena interina, indaga en los estereotipos asociados a la figura del funcionario presentes en las canciones.

La seda formaba parte de la vida de los murcianos hasta hace muy poco y para que no nos olvidemos de su importancia la Chica Formal realiza un homenaje musical donde no faltaran canciones dedicadas a este material y a los gusanos que lo hilan.

Pese a su odio a los calcetines, la Chica Formal le pone banda sonora a esta prenda, en la que hasta un calcetín desparejado puede ser el protagonista de una canción de amor.

Aunque a veces haya momentos en la vida que no tengan ni pizca de gracia, la risa, al igual que la música, siempre ayuda a que la píldora pase mejor. Por ello la Chica Formal te trae una selección musical que te invita a echarte unas risas y donde no puede faltar expresiones como !Ay que risa, tía Felisa!

La Chica Formal realiza un recorrido musical por los muros y murallas a través de la historia y la geografía donde no podrán faltar murallas emblemáticas como la China, muros de la vergüenza y la las lamentaciones, sin olvidarse del muro de sonido.