En pleno corazón del Tíbet, China construirá la presa más grande jamás proyectada: una central hidroeléctrica en el río Yarlung Tsangpo, capaz de generar 60 GW de potencia, el triple que la presa de las Tres Gargantas. Situada en el Gran Cañón del Brahmaputra, esta obra colosal podría abastecer a cientos de millones de personas y reforzar la transición energética del país.
El proyecto, con un coste superior a los 137.000 millones de dólares, ha sido aprobado oficialmente y se prevé su entrada en funcionamiento para 2033. No solo representa un hito tecnológico, sino también geopolítico: India y Bangladés han expresado su preocupación por el posible uso estratégico del agua por parte de China, en una región especialmente sensible y con conflictos históricos.
Además, los expertos advierten sobre riesgos ambientales y sísmicos. La zona es frágil, rica en biodiversidad y de gran valor cultural para el pueblo tibetano. Mientras el gobierno chino defiende el proyecto como un paso clave hacia la neutralidad de carbono, la comunidad internacional observa con atención lo que podría ser uno de los desarrollos energéticos más polémicos del siglo.
Fuentes: Reuters, Financial Times, New Atlas, Wikipedia, Yale Environment 360.