"¡Necesitamos un avivamiento en nuestras vidas, nuestras mentes, nuestras bocas y nuestros corazones! ¿¡¿Cuándo llegaremos a un lugar donde las opiniones y perspectivas de los demás ya no nos afecten?!?"
Isaías Saldívar implora a la iglesia que abrace al Jesús bíblico, quien denunció el pecado por lo que era, hizo que la gente se sintiera incómoda en su complacencia, expulsó demonios, sanó a los quebrantados de corazón y a los enfermos, ¡y liberó a los cautivos!