El sol y la música siempre han ido de la mano, inspirando a artistas de distintas épocas y géneros. Comenzamos con Here Comes the Sun de los Beatles, una canción que George Harrison compuso en el jardín de Eric Clapton tras un día de escapada de sus responsabilidades con la banda. Un instante de calma y un rayo de sol británico bastaron para crear un himno a la superación de los tiempos difíciles.
Seguimos con Sun Is Shining, el clásico de Bob Marley y The Wailers, una oda al poder del sol para levantar el ánimo. Un tema que sigue vivo y que este agosto resonará en el Festival Rototom de Benicàssim, donde la banda The Wailers actuará.
Jeff Lynne, líder de Electric Light Orchestra, también encontró inspiración en la luz tras la tormenta. Mister Blue Sky nació después de dos semanas de lluvia en los Alpes suizos. Cuando el cielo despejó, la emoción de ver el azul dio vida a uno de los himnos más vibrantes de la banda.
En Lovely Day, Bill Withers nos dejó una de las notas más largas del pop con su "Day" de 18 segundos, una canción que celebra la alegría de compartir los días con alguien especial.
Más reciente, Sunflower de Post Malone y Swae Lee se convirtió en un fenómeno global tras formar parte de la banda sonora de Spider-Man: Un nuevo universo, un éxito que sigue sonando en todas partes.
Para cerrar, Island in the Sun de Weezer nos transporta a un paraíso lejano, aunque su cantante Rivers Cuomo la detesta por haberse vuelto demasiado comercial. Aun así, sigue siendo un himno de evasión y felicidad.
Porque, aunque el sol tarde en salir, siempre nos queda la música.
Escuchar audio