Siempre decimos que Lionel Messi es un tipo de pocas palabras. Más bien como todos los futbolistas. Pero cuando habla, tiembla el mundo. La renuncia a la Selección en 2016, la interrupción del diálogo con la prensa, la vuelta a la Selección, el burofax en 2020, el adiós al Barsa, la llegada a París hace unas semanas. Cinco discursos sencillos para desordenar el mundo.