En este episodio de No fue ayer, pero parece, un podcast en el que repasamos algunas anécdotas algo desprolijas de nuestra historia reciente, volvemos a la vida de un persona singular, que vivió entre nosotros en el noroeste argentino: el “Malevo” Ferreyra. Vestía de negro y usaba sombrero. Se convirtió en una figura pública por su perfil, que parecía sacado de un cómic criollo. Al principio parecía ser una especie de justiciero: luego supimos que era un delincuente condenado por la Justicia. Su acto de despedida: un suicidio en vivo, frente a las cámaras de televisión, cuando estaba acorralado.