Tu sufrimiento, sea pequeño o sea grande, puede ser elevado como una ofrenda de adoración al Señor.

Las palabras transformadas vienen de corazones transformados. Y el único capaz de transformar nuestros corazones es el Señor.

Es fácil vestir de piedad nuestros deseos pecaminosos. Conocer algunos versículos bíblicos no es suficiente: necesitamos conocer a Dios.

La vida verdaderamente intelectual es una vida que utiliza la mente en toda su capacidad para amar a Dios y amar a otros.

Nuestro Dios no arroja a sus hijos en un laberinto, esperando que encuentren la salida resolviendo acertijos.

Si estás en Cristo, el cielo es tu verdadero hogar. Afirmarlo es fácil, pero vivirlo es otra cosa.

Agustín se deleitaba en contemplar al Señor a través de su Palabra. Esto hacía que brotara de sus labios (y su pluma) una alabanza a Dios por quien es Él y lo que Él ha hecho.

Jonás fue transformado al encontrarse con la misericordia de Aquel que nos amó hasta la muerte. ¡Que Dios nos transforme a nosotros también!

En "Asombro" Paul Tripp nos ayuda a darnos cuenta de que solo en Dios encontramos el asombro eterno que nuestro corazón anhela.

En "El principio según Génesis y la ciencia", John Lennox nos explica por qué la interpretación de los 7 días de Génesis es tan controversial y cómo podemos abordar el tema.