Hoy tengo una plática súper amena con Sarah Dávila, que además de haberla disfrutado cañón, me dejó con el corazón lleno de positivismo y amor. Sarah es una chava de solo 23 años que no ha conocido límites, y eso siempre ha estado reflejado en su desempeño profesional. Comunicóloga de profesión, cantante por vocación. Sarah no solo ha incursionado en radio y televisión; Sino que ha emprendido en el ámbito de la organización de eventos, la coctelería, su incursión en el mundo de los negocios bajo un cielo llamado pandemia, puso a prueba su resilencia al vivir de cerca la pérdida anunciada de su madre y aún así tuvo el coraje y energía de ir tras lo que siempre le ha dictado su corazón y aventurarse, a estas alturas en el mundo de la música, siendo ella misma la que usa varios sombreros siempre de la mano de un gran equipo para poder ver su sueño materializado.