Rossini hizo una nueva visita a los talleres de nuestro protagonista, Adolphe Sax, mostrando un interés particular en sus innovaciones, especialmente en lo referente al clarinete-bajo y al nuevo saxofón. Quedó tan impresionado que llegó a afirmar que nunca había escuchado algo tan hermoso. La influencia de Rossini en la escena musical de la época abrió las puertas de la carrera musical de nuestro protagonista, permitiéndole establecer conexiones con destacadas figuras de la música italiana, como el señor Liverani, eminente profesor de clarinete italiano, así como Gaspare Spontini, renombrado compositor de ópera y director de orquesta en Italia.