El crear hábitos duraderos no es simplemente una cuestión de fuerza de voluntad o disciplina férrea. Es, en realidad, un proceso profundo de autoconocimiento, intención y diseño consciente de nuestra vida cotidiana. Los hábitos son los ladrillos invisibles con los que construimos nuestra realidad. Aquello que hacemos repetidamente, incluso sin pensarlo, moldea quiénes somos, cómo nos sentimos y qué resultados obtenemos. Por eso, aprender a formar hábitos sólidos y sostenibles es una de las habilidades más poderosas que podemos desarrollar.

Tu amigo Israel Meza, que Dios te bendiga siempre y recibe un fuerte abrazo.