La literatura sapiencial de la Biblia revela que la sabiduría que debemos buscar para realizarnos en plenitud es el mismo Cristo, Palabra eterna y Sabiduría en persona, a quien debemos permitir que toque nuestra vida. El evangelio de hoy nos desinstala de cualquier pensamiento que nos lleve a la comodidad, la inercia y la pasividad. Como cristianos, debemos estar alertas, en espera y atentos al Señor que siempre está viniendo. ¡Señor, inquiétanos para seguirte cada día!