Desde gigantescas bocanadas que se dirigen hacia el sol hasta finas volutas que se deslizan junto a la luna, las nubes tienen innumerables formas y tamaños, lo que las convierte en un magnífico incentivo para la imaginación: en algún momento, ¿Quién no ha mirado al cielo y ha visto flotar a un dragón que escupe fuego? Además de despertar la creatividad, las nubes tienen varias funciones científicas importantes, desde ayudar a los meteorólogos a predecir el clima hasta facilitar la vida en la Tierra