El orgullo precede una cada, y la vergenza le sigue. Un fuerte pesar y la censura pblica mezclados con humillacin y pena componen una de las ms devastadoras de todas las emociones humanas: la vergenza. Quin no ha sentido el doloroso aguijonazo de la vergenza? La agona que se siente no puede expresarse adecuadamente con palabras. En el mensaje de hoy, seremos testigos de la forma en que nuestro Seor Jesucristo manej una situacin revestida de vergenza. En esta historia, Jess nos deja un modelo a seguir cada vez que enfrentemos los tiempos difciles de la vergenza.
To support this ministry financially, visit: https://www.oneplace.com/donate/283/29