Feliz Navidad! Es tan comn decir o escuchar esta frase en esta poca del ao pero me pregunto si realmente nos estamos preparando para que esta Navidad sea realmente feliz. Pero a juzgar por lo que sucede en estos das cercanos al 25 de diciembre, yo dira que ms que feliz, la Navidad en realidad es estresante.

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Cuando acudimos a ver una obra de teatro, en lo nico que solemos fijarnos es en el trabajo que realizan los actores. Pero quien no suele venirnos a la mente son todas aquellas personas que trabajan en la sombra, por as decirlo, pero sin las cuales no sera posible disfrutar del espectculo: tcnicos de iluminacin, sonido y maquinaria, maquillistas, productores, directores, taquilleros, acomodadores. . . estos son algunos de los perfiles que hacen posible que asistir a una obra de teatro se convierta en algo inolvidable para el espectador. Todas estas personas son las grandes olvidadas, y a menudo, se sienten menos importantes a la hora de los reconocimientos. Olvidados y poco importantes. . . as debieron haberse sentido los pastores en aquella colina cerca de Beln de Judea en la primera Navidad. . . hasta que recibieron la inesperada visita del cielo.

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Ha notado que cada vez que las celebridades del mundo del espectculo viajan, lo hacen acompaados de cientos de asistentes, un extenso guardarropa y mltiples comodidades de lujo? Los medios de comunicacin anuncian su llegada con semanas de anticipacin, y al llegar, la gente se alborota para verlos por un momento y conseguir un autgrafo. Muy rara vez, estos famosos se presentan en harapos, sin maquillaje, o con deseos de hablar con la gente comn. Si este es el tipo de recibimiento que el mundo le da a las celebridades, imagnese el gran recibimiento que debi haber tenido el Dios del universo cuando hizo Su entrada a nuestro planeta! Pero no. . . la llegada de Cristo a la tierra no fue anunciada con fanfarrias, bombos, ni platillos. No hubo despliegues de prensa, ni se organiz un gran desfile en Su honor. Jess lleg a este mundo de la forma ms humilde imaginable: como un frgil e indefenso beb.

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Escuchar un sermn que carece de imaginacin es cmo darse un bao en la regadera con un impermeable puesto: es aburrido, seco y sin sentido. Muchas veces nos es difcil procesar en nuestras mentes escenas que ya hemos escuchado anteriormente, escenas que nos son tan familiares debido a que, de tanto escucharlas, se vuelven montonas y aburridas. Mentalmente nos decimos, Otra vez el mismo cuento. . . siempre lo mismo. Pero es precisamente all donde nuestra imaginacin juega un papel importante. La imaginacin da vida, color y belleza a lo que de otro modo permanecera aburrido, seco y sin sentido. Por esa razn, al contar de nuevo una historia tan familiar para nosotros, como lo es la historia de la Navidad, es necesario hacer uso de nuestra imaginacin. Comenzaremos imaginando por un momento haber sido Mara, aquella joven adolescente juda del siglo primero. Qu pasara por su mente y cules seran sus sentimientos si usted hubiese sido la virgen Mara?

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Escuchar un sermn que carece de imaginacin es cmo darse un bao en la regadera con un impermeable puesto: es aburrido, seco y sin sentido. Muchas veces nos es difcil procesar en nuestras mentes escenas que ya hemos escuchado anteriormente, escenas que nos son tan familiares debido a que, de tanto escucharlas, se vuelven montonas y aburridas. Mentalmente nos decimos, Otra vez el mismo cuento. . . siempre lo mismo. Pero es precisamente all donde nuestra imaginacin juega un papel importante. La imaginacin da vida, color y belleza a lo que de otro modo permanecera aburrido, seco y sin sentido. Por esa razn, al contar de nuevo una historia tan familiar para nosotros, como lo es la historia de la Navidad, es necesario hacer uso de nuestra imaginacin. Comenzaremos imaginando por un momento haber sido Mara, aquella joven adolescente juda del siglo primero. Qu pasara por su mente y cules seran sus sentimientos si usted hubiese sido la virgen Mara?

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