La emergencia sanitaria, más que encerrarnos, nos sacudió, fue como un terremoto o un tsunami para muchas personas. Un cambio de 360 grados a lo que estábamos acostumbrados, pero eso también hizo que cambiemos nuestra forma de ver el mundo, descubrimos nuevas aptitudes o le dimos fuerza a las que ya conocíamos y nos llevó a emprender.