Nuestra autoridad espiritual nace de vivir sujetos bajo autoridad.

En 52 días de enfoque lograremos hacer lo que no se pudo completar en 150 años.

Dios nos está llamando a una fe atrevida.

Decidir por anticipación como vamos a actuar en medio de las situaciones es la mejor manera de vivir una vida abuandante en Cristo.

Este es un año en que Dios nos está llamando a ser colaboradores de su obra. Vamos a levantarnos y hacer lo que nos corresponde hacer.

Dios nos llama a ser una casa llena de su gloria. El fuego viene, pero no es la meta final. El propósito del fuego es que se manifieste su gloria.

La calidad de nuestra vida está directamente ligada a cómo vemos a Dios.

Todas las acciones que hacemos tienen consecuencias. Es posible que lo que nos ocurre hoy es resultado de desiciones que tomamos ayer. Pero hay una gran noticia, a pesar de todo, Dios sigue estando bajo control.

Dios está buscando que rompamos los protocolos de la religiosidad para entrar en más profundidad con Él

Dios nos llama a usar lo que tenemos disponible para trabajar en su obra.