Imagina que estás construyendo tu casa, y de que lo hagas bien, depende todo, ¿qué sería lo primero que harías? ¿POR DÓNDE EMPIEZAS? 🤔✨🌍☄️ Si bien no vamos a hablar de construir una casa, hablaremos de la importancia de comenzar CORRECTAMENTE esta enorme construcción, que llamaremos: "Tu relación con Dios".

De una u otra manera hemos oído que si nuestra relación ya no parece ser la misma, entonces, es mejor buscar una pareja con la que sí podamos "ser felices"... ¿Hasta que punto eso nos aleja o acerca a Dios? Vaya mensaje el que Jesús nos dió.

Hoy en día, es normal que una mujer mire a un hombre para desearlo, y que por supuesto, un hombre mire a una mujer para codiciarla. Pero, ¿qué tan grave es lo normal? ¿Qué tan mal estoy delante de Dios cuando miro a otra persona de esta manera? Si quieres tener una relación con Dios como Daniel o David en la Biblia, la tuvieron, debes parar de minimizar los graves problemas que tienes, tal y como lo hace normalmente todo el mundo hoy.

Todos nos enojamos y hemos lastimado. Todos hemos actuado para mal buscando pagar mal por mal, y diente por diente.

Es verdad que ver lo que somos, con todo y nuestros defectos es esencial para un crecimiento espiritual... Pero hacer caso a eso que vemos define todo.

Tenemos mucho interés en que las cosas nos causen placer y es lo único que procuramos en nuestra vida. Pero cuando el dolor llega a nuestras vidas, terminamos confundidos y encerrandonos en una visión muy corto debido a la incomodidad que nos causa el hecho de que las cosas no hayan salido como esperábamos y queríamos...

Siempre que uno se deja llevar por la prisa, le resta tiempo a lo importante... Y como dice el principito: "Lo esencial es invisible a los ojos".

¿Cuánto nos cuestan las cosas realmente? Antes se trabajaba por comida, pero ahora se trabaja por dinero para comprar alimento. Muchos avances tecnológicos, pero aún hay tantos niños, mujeres y hombres muriendo de hambre. Mucho conocimiento pero aún hay tantas personas muriendo de enfermedades prevenibles. Tantas filosofías y religiones, y aún se elige la guerra y sus consecuencias. Hoy queremos ganar más para gastar más, ¿ya lo notaste? Compramos comida para saborear, no para alimentarnos. Ropa para mostrar, no para abrigarnos. Vehículos para impresionar, no para transportarnos. Y casas suficientemente grandes para guardar todas las demás cosas que en realidad no necesitamos. Las cosas no cuestan dinero, sino nuestro tiempo...