En la exuberante escena multicultural de
Nueva York, donde cada noche surgen proyectos musicales de forma
espontánea al calor de los clubes de jazz y los antros nocturnos con escenario,
Conclave lleva un tiempo jugando su papel como catalizador de una escena
invisible: la que mezcla sin prejuicios la electrónica que se escuchará en
los clubes de Ibiza este verano, el nuevo jazz latino y los ecos de las
percusiones de la diáspora africana.
Conclave es en realidad una orquesta
mutante en torno a la figura de César Toribio, un percusionista con mirada
periférica y sangre dominicana que creció en Tampa
(Florida) hasta asentarse en el barrio de Brooklyn, previo paso por la
prestigiosa escuela de Berklee
College of Music en Boston, donde amplió sus conocimientos sobre el
jazz. Durante un viaje a Ibiza fue donde entró en contacto con la música de
baile contemporánea vía Theo Parrish y la escena de Detroit.
Para su debut en largo ha construido un
relato en torno al término “clave” como patrón rítmico, pero también como una
llave musical que conecta tradiciones musicales desde África a Latinoamérica, y
de ahí a Europa y Estados Unidos. Acompañado de un buen
puñado de músicos de esa escena que reúne lo latino desde Nueva York (entre los
que destaca el trompetista Aquiles Navarro, autor junto a Tcheser Holmes del
imprescindible ‘Heritage of The Invisible II’ en 2020), Conclave expande los
límites del free jazz y la música negra con alma bailonga.
José Fajardo.