“En la comunidad de fe tenemos el privilegio de ser las manos y pies de Jesús, de abrazar y llegar donde él está esperando seamos de influencia, donde podemos ser testigos del amor transformador.”

“El poder que resucitó a Jesús vive en cada uno de los hijos de Dios, este poder nos transforma, nos enseña y capacita para amar.”

“La fuente para amar al prójimo no proviene de ti mismo; el reconocer cómo fue quien nos amó aún cuando no lo merecíamos, debe ser el recordatorio que nos impulse a amar a otros.”

“Las personas notarán que hay algo distinto en nosotros y eso es resultado de tener a Dios en nuestras vidas y  corazones.”

“Hacerle saber a la gente que es amada a través de nuestro servicio, y lograr por medio del amor hacia ellos que puedan conocer a quién es el perfecto amor.”

“Dios puede usar aun a tus enemigos para sorprenderte.”

“Hay algo que es común a las personas de toda sociedad: la necesidad de amar y de ser amados.”

“Si alguien invirtió tiempo en nosotros para que podamos aprender del amor de Dios, ¿por qué no hacerlo nosotros?”

“Si decidimos pelear ante cada diferencia que tengamos con alguien, quizás ganes una discusión, pero te pierdas de tener amor, o mejor dicho de tener a quién es amor.”

“Cuando nos esforzamos por comunicarnos de manera clara, honesta y amorosa, fortalecemos nuestros vínculos y cultivamos una mayor intimidad.”