Hacer previamente algunos ejercicios de respiración. Realizar esta Meditación sentado o acostado, con los ojos cerrados. Tratar de no ir con preconceptos ni ideas preconcebidas acerca de Quién es el propio Guía: puede ser algún Espíritu ascendido, un familiar fallecido, un símbolo, un objeto.... Permitir que esta experiencia espiritual nos sorprenda, dejar la mente fuera, descansando