Un hombre recuerda el conflicto que tuvo con un amigo que lo llevó al límite de su paciencia. A medida que avanza en su relato, la rabia contenida se desata en cada detalle de la historia, exponiendo una obsesión incontrolable. En su confesión, justifica sus acciones, pero, mientras revela cada paso, el hombre deja ver hasta dónde ha sido capaz de llegar, mostrando que el odio, en su forma más pura, puede borrar cualquier límite entre lo moral y lo irreparable.