Que el dolor y el sufrimiento que vives no te desanime, sino que te aliente, ya que son de gran aprendizaje y necesarios para el crecimiento espiritual y emocional: El dolor te ayuda a crecer. Por eso el apóstol les pedía que no se desanimaran ante las dificultades. “Cuando la vida es dulce, da gracias y celebra. Cuando sea amarga, da gracias y crece”….