Hoy leí una frase de Howard Zinn, histórico defensor de los derechos civiles y voz del pacifismo en Estados Unidos, que dice:
“Si la gente comprendiera que el cambio ocurre gracias a pequeñas acciones que parecen insignificantes, no dudaría en realizarlas.”
Esta idea me conecta profundamente con la filosofía japonesa del Kaizen: la mejora continua a través de pequeños pasos sostenidos.
Un recordatorio poderoso de que los grandes logros —en la vida, en las organizaciones y en la sociedad— no nacen de un solo acto heroico, sino de la constancia en los detalles.