En creencia Inquebrantable, Sandro Rodrigues nos comparte su trayectoria, dedicada exclusivamente a la empresa hinode. fundada por sus padres, la costurera Doña Adelaida y el tornero mecánico Don Francisco, Hinode comenzó como un emprendimiento de ventas directas cuando Sandro aun era un adolescente. Con mucho trabajo, rigurosa definición de valores y una rara fuerza moral, la empresa familiar logró un buen crecimiento. Creencia Inquebrantable es una lección de tenacidad, liderazgo y fe, además de una demostración incuestionable de que cualquier persona puede triunfar en el mundo de los emprendedores, independientemente de su origen social.