Ella es chilena y busca con este proyecto volver a sus orígenes para conocerse ella y redescubrir la chaya, los diaguitas y su pasado ancestral.
Después de más de 26 años de experiencia profesional en la industria musical como responsable de programación de la
Sala El Sol de Madrid y como una de las socias fundadora de la Asociación de
Mujeres de la Industria de la música -MIM-, abandona la gran ciudad en busca de la tranquilidad de la sierra y el pueblo con mayúsculas.