Corea del Norte abre la puerta al turismo... y la cierra de golpe sin previo aviso.

En febrero de 2025, el hermético país sorprendió al mundo reabriendo parcialmente sus fronteras al turismo occidental tras cinco años de aislamiento. Permitió visitas controladas a la ciudad de Rason, bajo estricta supervisión militar y con itinerarios cuidadosamente diseñados.

Pero en marzo, el régimen cerró abruptamente esta ventana sin explicación oficial. Operadores turísticos confirmaron la cancelación de los viajes, generando incertidumbre y demostrando la imprevisibilidad de las políticas norcoreanas en materia de turismo.

Analistas especulan que el cierre repentino se debe al temor del régimen por la influencia externa y la difusión de información no controlada. Además, la infraestructura médica limitada y las estrictas regulaciones internas podrían haber influido en la decisión.

El famoso Maratón Internacional de Pyongyang, previsto para abril, ahora está en el aire. Corea del Norte parece debatirse entre la necesidad de obtener divisas y su obsesivo control sobre lo que permite mostrar al mundo exterior.