Mucho después de la internacionalización de la cumbia
digital, tras el estallido planetario del reggaetón y el dembow, los
visionarios que ejercen como Nostradamus en la industria musical ya han
sintonizado sus antenas para averiguar cuál será la nueva tendencia urbana
latina para 2021. Cornetto lo tiene claro: todo el planeta se va a poner a
bailar guaracha (en su versión a la colombiana). Autobautizado como “el
embajador global” del género, este DJ y productor de Medellín lleva un
tiempo trabajando en el laboratorio de ideas y agencia de representación de J
Balvin con sede en Miami, Vibras Lab.
El resultado de esa investigación son dos discos que
publica ahora junto al gigante Universal Music con el objetivo de arrasar
estas Navidades: ‘14 Cornettazos bailables’ y ‘Cornettazos Vol. 1’. En el
primero adapta clásicos de la música decembrina que suenan en todas las
reuniones familiares durante estas fechas en Colombia como ‘Los Sabanales’,
‘Boquita de caramelo’, ‘Dame tu mujer José’, ‘La víspera de Año Nuevo’ y ‘El
aguardientero’. Son versiones pensadas para las pistas de baile del siglo
XXI, con bases de electrónica pero sin perder ese espíritu pegadizo y popular,
apto para todos los públicos.
Con
el segundo (que en realidad es el primero que salió, como indica su título)
pretende enganchar a una audiencia masiva (su idea es triunfar más allá de
Colombia, siguiendo los pasos de la fiebre del reggaetón) con versiones
pensadas para el zapateo y aleteo (los pasos de baile de la guaracha, según la
jerga popular juvenil en las rumbas colombianas) de éxitos pop mundiales
como ‘Ay Vamos’ (J Balvin), ‘Traicionera’ (Sebastián Yatra), ‘La mayonesa’
(Chocolate Latino)…
Este
movimiento en torno a la guaracha no es nuevo, lleva unos años fermentándose en
los afters al amanecer de distintas ciudades colombianas, amplificado por
el poder de difusión de las redes sociales en vídeos donde multitud de jóvenes
se mueven al ritmo de los éxitos que lanzan los DJ. El sonido que practican
artistas como Cornetto nada tiene que ver con lo que se entiende en Cuba por
guaracha sino que es una corriente propia que se acerca a ritmos electrónicos como
el tribal house y el afro house. Sólo el tiempo dirá si los ‘cornettazos’
son el nuevo ‘Despacito’.
José Fajardo