Para saber construir necesitamos saber de procesos, de los materiales adecuados, de tener un buen asesoramiento.

De la misma manera como mujeres necesitamos ponernos manos a la obra con las mejores herramientas para edificar nuestros hogares.

Como mujeres en algún momento podemos asumir el rol de derribar con nuestras propias manos nuestro hogar. Consciente o inconscientemente con actos o palabras podemos perder ese sueño maravilloso de construir un hogar imperfectamente feliz.

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Cuando llega a nuestra vida un hijo varón, viene a nuestra mente: juegos con mucha adrenalina, travesuras y sobre todo la gran responsabilidad que se forme como un lindo caballero.

La crianza de un hijo varón nos desafía a guiarlo por camino seguro.

Sabemos que la crianza de los hijos es una hermosa responsabilidad. Pero lo que no nos dijeron son esos diferentes detalles que debemos tomar en cuenta en el cuidado de una hija mujer de un hijo varón. Definitivamente lo podemos disfrutar al máximo.

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"... ama a tu prójimo como a ti mismo" es uno de los mandamientos que nos enseña diariamente a desarrollar empatía.

Ponernos en los zapatos de nuestro prójimo es uno de los desafíos que no nos dijeron que debemos enseñar a nuestros hijos.

🚫 No se vale decir: "es que yo soy así "

✅ Se vale decir: "Dios quiere que sea así " Es que, uno de los grandes desafíos que no nos dijeron que debíamos aprender es a manejar nuestras emociones que son parte del diseño de Dios para nosotros y saber expresar cada una adecuadamente es nuestra responsabilidad.

Cuando éramos niños nuestros padres nos inculcaron varios hábitos para ser ordenados y que con el pasar de los años nos han servido y también lo enseñamos a nuestros hijos.

En este capítulo compartimos esas experiencias que nos enseñaron y la pasamos quienes vienen.

¡Llegan nuevos retos y desafíos para nuestros hijos! Y por supuesto que no puede faltar la mochila de mamá donde llevas aquellos recursos, consejos y apoyo que marcan la vida de los hijos para empezar una nueva etapa.

En medio de una crisis, el temor e incertidumbre nos pueden agobiar. Sin embargo, en medio de toda situación nuestra confianza y esperanza deben estar puestas en Dios.

Como hijos de Dios estamos llamados a procurar la paz, ser luz y sal en nuestro país.