Se nos va de ojo que creer en la especie humana te sitúa en una visión optimista y positiva de la vida; frente a la pesimista, anclada en la creencia de la incapacidad de Sapiens para manejar los problemas que él mismo crea.
Basta un repaso por la historia para comprobar que el avance social es una realidad que ha mejorado la vida de la especie, aunque pervivan los conflictos, las guerras y las desigualdades lacerantes.
Progreso que ha mejorado la educación, la salud, ampliado la igualdad entre hombre y mujeres y el conocimiento de Sapiens, y repartido el poder omnímodo del faraón tocado por la vara divina, forjando el modelo democrático con todas sus imperfecciones. Creer en la capacidad de Sapiens para manejar y superar las contradicciones que conforman su mente supone liberarla de pesadillas, culpas e impotencia que caracterizan el pensamiento pesimista. Los problemas siempre han existido y seguirán existiendo porque la mente abstracta de Sapiens no para de plantear nuevos retos que son la sal de la vida, y no su condena. ¡Que no se te vaya de ojo!