En el cristianismo, siendo nueva criatura, estando ya en cristo tenemos que velar y cuidarnos, sobre llevar la cargas los unos a los otros, el pecado es una realidad en la vida de todo cristiano, si los cristianos no estuviéramos sujetos de alguna manera con el pecado remanente en nosotros, en nuestro cuerpo, no necesitaríamos toda la armadura de Dios para poder contra restar o estar firmes contra todo pecado.
La realidad es que muchas de las veces como creyentes, se nos enseña de una manera inconsciente pensando en que estando en la iglesia o teniendo alguna posición en ella, ya no fallamos y empezamos a idealizar a la gente, todos nosotros vamos o asistimos a una iglesia porque sabemos que necesitamos de Dios, seguir aprendiendo y creciendo en santidad, siendo instruidos y corregidos para vivir una vida en victoria.
No tenemos ningún tipo de atajos para vivir una vida en el Espíritu, sino las disciplinas espirituales como el orar, leer la palabra, tener tiempos de ayuno, congregarte, evangelizar, un hábito se vuelve una disciplina, todo esto es importante para nuestro crecimiento espiritual, en algunos de los casos no vivimos como cristianos espirituales, sino que vivimos muy carnales, sin embargo, somos cristianos de carne y hueso que también fallamos, nos equivocamos.
Debemos tratar de ser más humanos con nuestros hermanos en la fe, la primera responsabilidad de un creyente, de un cristiano de carne y hueso, es procurar restaurar a un hermano caído a que vuelva a ponerse de pies, tanto en sentido espiritual como en sentido moral, este sentido de restaurar a los hermanos caídos es muy importante que sea con un espíritu de mansedumbre, y eso es fruto del Espíritu.
CITAS BÍBLICAS
Gálatas 6:1-6
1 Juan 1:8
Santiago 3:2