Cada día surgen nuevos
estudios en el campo de la psicología que tan sólo confirman lo que ya todos
sabíamos: que la música tiene un poder sanador para
las almas heridas. En una época donde la ansiedad y la frustración se
asoman por cada rendija a causa de pandemias e interminables crisis globales,
hay algunos discos que salvan vidas. Podría ser el caso de este ‘Al final’,
una colección de canciones sensibles y bellas, que llegan a lo profundo.
Cristina Vilallonga
parece haber encontrado en el bandeonista argentino Víctor Hugo Villena un
aliado ideal para
su visión de la creación musical. Poseedora de una voz que
se amolda a distintas sonoridades (desde el jazz hasta la canción
latinoamericana), la artista barcelonesa, que es letrista y compositora además
de cantante, se sumerge aquí en las aguas del tango sin más artificios que
su garganta.
Tras una portentosa
carrera que incluye el paso por el prestigioso Berklee
College of Music de Boston, y un sinfín de colaboraciones (junto
al grupo de tango electrónico Gotan Project o con el
pianista Albert Bover), Cristina Vilallonga reúne en este
álbum canciones suyas originales junto a textos clásicos que van de Borges a
Homero Manzi. Y así, ofrecen una ventana por la que asomarse a un mundo
mucho más bonito que el que nos ha tocado vivir este último año y medio.
José Fajardo.