Cada día, millones de personas en todo el mundo suben y bajan por ellas sin pensarlo dos veces. Pero hace más de 120 años, este invento provocaba tanto miedo que las tiendas… bueno… EJEM…. ahora os contamos, porque tiene tela, pero antes…. un poco de historia. 

Corría el año 1892 cuando Jesse W. Reno, un inventor estadounidense, creó algo que llamó 'transportador sin fin'. No era exactamente una escalera... era más bien una rampa inclinada con plataforma móvil. Pero Reno era listo: en 1896 la instaló en Coney Island, Nueva York, como atracción de feria. Cobraba 5 centavos por viaje, y la gente hacía cola para subirse a esta 'montaña rusa suave'. En solo dos semanas ganó entre 3,000 y 4,000 dólares. ¡Una fortuna para la época!