Confiar en Dios es la clave para vivir una vida abundante y plena. Pero a la vez representa un desafío para el cristiano, puesto que creer y confiar en Dios no significan lo mismo, aunque ambos conceptos están relacionados. Dios nos desafía a lo largo de toda la Biblia a confiar en Él, ya que nos enfrentamos constantemente a la tentación de confiar en las cosas como el dinero, la salud, los estudios, un buen trabajo, o nuestras capacidades. El problema es que aunque podamos tener todo esto, la plenitud de vida no la recibiremos de estas cosas, puesto que solo Dios puede darnos sentido y propósito pleno para vivir.