En un capítulo donde la palabra más repetida es "croqueta", Jorge y yo discutimos de las incomodidades (o quizá no tanto) de tener un cliente al que le das completamente igual y no habla contigo. Cómo gestionarlo, sus riesgos, sus virtudes... media hora de divagación a través del silencio de la otra parte.
Y, al final, por supuesto, no una, sino dos recomendaciones esta vez.