"La rutina está acabando con mi relación", es una frase que escucho con más frecuencia de lo que me gustaría. Y no lo digo sólo porque otra relación se está estropeando, sino porque la frase en sí, es la evidencia del problema.
Lo que digo es que la rutina NO está acabando con la relación y mientras no te des cuenta de esto, no podrás intervenir para cambiar las cosas. Estarás lamentándote de lo "mala" que es la rutina que les hace tanto daño a ustedes.
La rutina es, contrario a lo que dice la frase, un síntoma de que algo no marcha bien. No es la causa de que las cosas estén como están, de que se sientan más alejados y menos motivados.
La rutina es una de las consecuencias de que algo está pasando en la relación. Algo que les ha secuestrado la capacidad de dibujar fuera de las líneas, de reinventarse y de estar motivados.
Aquí te explico más acerca de este tema tan común y tan malinterpretado en la pareja de hoy.