El universo se expande. Galaxias enteras se alejan unas de otras, como si fueran motas de polvo arrastradas por un viento cósmico. Y sin embargo, tus manos no se estiran. Tus átomos no se dispersan. Tú no te diluyes con el espacio. ¿Por qué? ¿Por qué el cosmos crece… pero lo que somos permanece unido?
Esta es la historia de una paradoja aparente. Una historia que comienza hace 13.800 millones de años, en una sopa de fuego y partículas, y que nos lleva hasta la delicada arquitectura de la materia, el nacimiento de las estrellas y la urdimbre oculta que sostiene al universo.
Porque a veces, para entender por qué existimos, hay que escuchar las fuerzas que no se ven… y hacer la pregunta correcta. https://bajolasestrellas-astrofotografia.blogspot.com/2025/05/cuando-los-atomos-se-desentendieron-del.html