¿Hay días en que a pesar de dormir el tiempo necesario, y tomar recesos entre tus tareas, todavía te sientes cansada? Cuando el corazón, la mente y el cuerpo se extravían por mucho tiempo en el dilema de enfrentar noticias, circunstancias y responsabilidades; respira y vuelve a fijar tus ojos en Dios.