En la presente oportunidad, analizamos por un lado, el consumo en la dimensión de la sociedad capitalista que más nos traspasa en la actualidad vertiginosa donde todo pasa de moda de manera muy rápida; experiencias vitales, trabajos, relaciones amorosas, noticias de actualidad, novelas, tecnologías, nuevos espacios de ocio… todo está atravesado por la lógica precipitada que el ritmo de consumo capitalista imprime cuando aprieta el acelerador.
Por otra parte, también existe esta lógica mercantilista del consumo que a su vez impregna las esferas sociales: la diferencia entre el cuerpo político –activo y explotado en todo momento– y el cuerpo biológico (somatizando al cuerpo político).