A más de 10 años de esa frase nos preguntamos por qué los argentinos la seguimos recordando. ¿Qué cambió en la relación entre la política y los medios a partir de ese momento? ¿Cómo fue el vínculo entre el kirchnerismo, su militancia y los grandes medios de comunicación de la Argentina?

El año 2009 arrancaba con el primer round electoral en Catamarca, donde el frente para la victoria terminó segundo. Acto seguido, el ex presidente Néstor Kirchner, en ese momento titular del Partido Justicialista, tiró la frase en un acto en Tres de Febrero. La analizamos con Facundo Cruz.

Corría un caluroso 2 de enero del año 2002. Argentina venía de una de las peores crisis de su historia y de, nada más y nada menos, que de ver pasar cinco presidentes en una semana. Ese día, Eduardo Duhalde tomaba la posta de la presidencia y ante la Asamblea Legislativa del Congreso Nacional.

Ese fue el pronóstico de Fernando De la Rúa el 22 de diciembre de 2000 luego de conseguir un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional. Analizamos la frase y el contexto con un especialista.

La euforia y el optimismo duraron muy poco. A los dos meses, en febrero de 2001, renunció el ministro de economía José Luis Machinea, lo reemplazó Ricardo López Murphy que duró tan solo dos semanas después de anunciar un brutal recorte y lo reemplazó, finalmente, Domingo Cavallo, a quien De la Rúa había criticado muchas veces en el pasado.

Esta frase la dijo y la inmortalizó el ex presidente Carlos Menem, en su campaña presidencial de 1989. A 31 años de una de las frases de campaña más recordadas de la Argentina, hay que reconocer que por lo menos una de las partes de la frase se cumplió a rajatabla, ya que la mayoría de los argentinos decidió seguirlo a Menem durante 10 años seguidos.

Esta frase no se dijo en un día soleado con amigos. La inmortalizó el ex presidente Raúl Alfonsín el 4 de agosto de 1987 en Chos Malal, provincia de Neuquén.

Alfonsín estaba en un acto en el Club Deportivo Alianza de Cutral Có y en pleno discurso, un señor algo robusto y que sus amigos llamaban "el esqueleto" no paraba de gritarle que tenían hambre y que no había trabajo ni comida. Analizan la situación Camila Perochena y Mauro Becerra.

Era marzo del 2020 cuando Alberto Fernández dijo esta frase. El mundo, en jaque por una pandemia. En la Argentina, el virus iba multiplicándose de a poco.

Lo dijo Mauricio Macri el 2 de diciembre del 2015 cuando presentó a su gabinete, luego de ganar las elecciones y asumir su mandato presidencial.

2008 fue un año tenso en Argentina. Cristina Fernández de Kirchner, quien había ganado las elecciones presidenciales del 2007, asumía su primer mandato.